Entrevista en la revista Mondo Brutto

Revista nº 14, 199

Revista nº 14, año 1999

Podemos empezar ya…

Pensé que ya habíamos empezado…

Cuéntanos tu trayectoria…

Eso no lo puedo hacer. Quiero decir que el ser humano se construye una línea y tal. Pero una versión alternativa es la versión fragmentaria que yo sufro… o disfruto, por lo tanto, no cabe hablar de una trayectoria, y, por fortuna, en mi caso, está proscrito, porque estoy seguro de que si fuera posible trazarla, yo sería incapaz de hacerla. Andanzas… ni siquiera… Por cierto, es una tontería que os pongáis de ese costo, porque seguro que el mío es mejor… Soy una persona de total confianza…

 Bueno, pues algún fragmento, alguna anécdota, algo, si es posible…

¿Y por cuál empezar? Es que yo vivo muy al día.

La verdad es que sí es un costo muy bueno, se hace polvillo… Ahora que hablamos de esto, ¿qué son para ti las drogas?

La palabra se emplea para designar a aquellos fármacos cuyos efectos son imprevisibles. Eso es lo que las distingue, para mí, de las medicinas. Los opiáceos no son nada aconsejables; en cambio el hachís, el LSD o cosas así ya son menos graves. El opio tiene que ver mucho con el alcohol, alcohol que yo consumo, así que… pero es profundamente desaconsejable, al igual que el tabaco con el que mezclamos el hachís. Al hachís, de verdad, no le he visto aún nada malo… Está muy bien.

¿Y las anfetaminas?

He tomado muchas. Aplicar principios éticos a la salud no sirve de nada. La salud la gasta cada uno como quiere, igual que el dinero y el amor. Hay circunstancias en las que no tomarse una anfetamina sería estúpido. Yo he inventado historias en las que jugar en Montecarlo es una opción sabia y sería racionalmente estúpido no hacerlo. Lo mismo con todo.

¿Qué opinas de…

Vamos a dejar claro que mis opiniones es muy probable que no sean ni interesantes ni originales. Vosotros habéis venido aquí, así que nada…

Esto… (glub…) ¿Qué opinas de la gente que ha hecho de la droga o de teorizar sobre ella su oficio? ¿Qué te parece Escohotado?

Aunque dice muchas cosas fantasiosas, el conjunto está bien, al margen de que sea amigo mío. No es un elucubrador, su posición está bien. Es bastante divertido.

¿No lo ves muy aburguesado?

Creía que os referíais a si no lo veía a menudo… Pues no lo sé, estoy lejos de ir con el contador a ver el grado de aburguesamiento de la gente…

¿Que te parece el actual estado de la droga y en lo que se ha convertido?

Es algo dramático el tratamiento que se le ha dado, sobre todo a raíz de la aparición del SIDA. Me acuerdo que leía lo que se publicaba aquí, y luego cosas del extranjero. En España, durante muchísimo tiempo, se estuvo ocultando el hecho del carácter mortal del SIDA. Incluso lo discutí con médicos que pasaban por progres, y nada. Como con cualquier enfermedad mortal, hay que decírselo al enfermo. Aparte de eso, si se hubiera sabido, no se habría abordado de forma tan suicida, como se hizo después. Una enfermedad contagiosa y mortal no es para que la gente ande por ahí. Dicen que es como discriminarlos. No, por favor, en una ocasión, tuve una brucelosis, y estuve en el hospital separado por un cristal y no me sentí discriminado. Lo que discrimina es el trato. Pero, indiscutiblemente, la intervención del Estado en la cuestión de las drogas es la que amplifica el problema.

¿Tienes alguna teoría respecto al origen del SIDA?

No, pero yo leí una versión, cotejando distintos datos, del origen del SIDA. Hay quien dice que en USA han existido hasta hace 30 años leyes que permitían experimentar fármacos con los presos a cambio de una reducción de condena. Como la práctica estaba muy extendida, se ha seguido haciendo después. Se dice que un experimento del ejército con monos lo produjo, y eso explicaría que no es que de los heroinómanos pase a las cárceles, sino que de las cárceles pasa a los heroinómanos. Nace experimentando en una cárcel y los yonkis de las cárceles lo van extendiendo al resto de la sociedad. Pero, la verdad es que no se sabe. Yo creo que el origen ha debido ser casual, quizá a través de África.

Al sistema le vino de perlas…

Al sistema le viene bien todo: la paz, la guerra, cualquier cosa que le des, porque se alimenta de todo. Hasta el punto de que, cuando el gobierno hace alguna cosa justa, piensa en qué cosa injusta y más gorda les facilita la que acaban de hacer.

¿Que opinas del encarcelamiento de la mesa nacional de HB?

Como decía no sé qué político, la condena a todos por igual es como si, en el caso Filesa, cogieran a toda la ejecutiva socialista y los metieran en la cárcel por los mismos motivos y con las mismas penas. No pueden ser todos coautores en el mismo grado.

Pero, ¿de qué delito?

Yo creo que lo que se dice es una cosa y lo que se hace… Hay que establecer una barrera más radical que la actual. Puedes admitir que una persona, por amenazar al vecino todos los días en la escalera, lo tiene acojonado y le lleva al otro a darle un crédito en su tienda que no se corresponde con los de los demás. Sería mucho mejor que la sociedad no se dejara intimidar por nada, pero dentro de eso hay una gran hipocresía en el juego de HB y ETA. A lo que más recuerda la actuación de ETA es a la de la policía cuando enloquece en un país sudamericano, que empiezan a formar comandos y a demostrar ese desprecio por la vida de la gente.

Ya. ¿Condenas el terrorismo?

Condeno que se mate a cualquiera. Soy contrario a la tortura y a la coacción física, la ejerza quien la ejerza, el sistema o quien sea. Cargarse a alguien es irracional. Es lamentable retener a una persona. Te dicen: “No, pero es para otros medios…”. La mayor parte del tiempo que se pasa es en medios: “yo haré todo lo necesario para conseguir ese fin”, cuando debería ser el criterio contrario: “yo haré todo lo que pueda hacer sin salirme de este tipo de medios”. Es la única opción razonable, ya los medios constituyen un estilo y, al final, la vida de las personas, y los hechos son medios, puesto que no es obligatorio plantearse fines la mayor parte del tiempo.

Hombre, pero siempre te están obligando a hacer cosas, desde que te levantas por la mañana…

Eso depende de cómo te lo tomes, si no tienes ambición ni complejo de culpa, puedes vivir tranquilamente sin dejarte agobiar por eso.

Estuviste en la cárcel por motivos políticos y de estupefacientes…

Sí, yo era comunista…

Entonces, claramente, no tienes la misma manera de pensar que antes.

Sería tristísimo, fuese la que fuese la de antes. Para los que tienen que poner capítulos  en su vida, será un problema, pero para mí, no es ninguno. Todas las actividades humanas adoptan la forma de juegos, desde el propio lenguaje. Ese juego podrá ser más o menos dramático, pero no dejan de ser unos juegos con sus reglas. Se puede considerar la vida como tal juego, en un sentido muy radical. Depende de la importancia que se dé a las cosas. Lo mejor es jugar las cartas de la vida de cada cual como si de un juego se tratase, con la prudencia o generosidad de cada cual, sin dañar a nadie. Pero supongo que tal vez eso es una divagación…

En el programa de La Clave, dedicado a los cantautores, acabaste cantando una cosa muy fuerte contra alguien…

Sería contra Felipe…

Tú eres un enemigo del felipismo, ¿no?

Pues sí… Le hice una canción epitafio, que cante en la radio, a modo de copla de ciego. Se llama La hora digna. Se la llevé a la Moncloa, en la que le decía que, si en el plazo de 72 horas no dimitía, yo me consideraba libre para hacer pública esa canción.

¿Ningún político ha intentado capitalizarte?

Al principio, el PSOE. Incluso Felipe me invitó a la Moncloa, con Amancio Prada y demás. Nos incluía en muchas cosas, pero cuando vieron el tipo de canciones que hacíamos, ya dejaron de llamarnos.

Y ahora, con el nuevo régimen, ¿hubieras ido al homenaje a MAB?

Es que eso de los homenajes… Nunca me apunto a ese tipo de cosas. He actuado alguna vez para Izquierda Unida y en alguna cosa de la OTAN, pero no me convence ese tipo de actos. Cuando empieza a predominar el simbolismo respecto de lo simbolizado, yo ya me pierdo. Es como lo de la bandera, ya se empieza a perder el sentido de las cosas. Todo eso de levantar el puño. Para que haya democracia o libertad o cualquier otra cosa, tiene que haber raciocinio. Es evidente que eso no es racional, los minutos de silencio, no hay cosa más horrible que condenar al silencio a la gente, crear un protocolo vacío de sentido.

Nosotros te conocimos por la película Mientras el cuerpo aguante, que nos pareció una cosa increíble.

La hice en muy poco tiempo. Realmente fue para aprovechar un celuloide que había. Yo me encontré un día con la mujer de Trueba en la Sociedad de Autores, donde intentaban robarme la única canción que me ha dado algo, Círculos Viciosos, y a partir de ahí vino todo. Ellos supieron que nosotros cantábamos en la calle, en Mallorca, pero bueno, no estuvo mal, se han hecho cosas peores.

Cuando cantabas, sonaban unos pitidos de censura…

No quería herir a personas vivas…

O sea, que los habías puesto tú… Y toda la vida creyendo que eran censura… ¿Y aquellas cosas tan raras que contabas en la película de la Biblia?

No sé si llegué a escribir algo, pero sí que observé aquello en la Biblia. Una noche, en mi pueblo, en Coria, estaba leyendo la única Biblia un poco auténtica que hay, y al llegar a un punto, pensé: “esto es imposible que lo soporten los textos modernos, tiene que estar camuflado de algún modo en las Biblias actuales”. Al día siguiente, me fui a Cáceres capital, me compré el Nácar Colunga, la Boverica entera y tenía ya la edición antigua de Cipriano de Valera. Las comparé y, efectivamente, tenía yo razón: se lo habían saltado.

Parecía, por la película que habías dedicado tu vida entera al estudio de la Biblia… Pero tienes gratos recuerdos…

De la Biblia…

No, de la película…

Yo no la habría planteado así, pero era la primera vez que hacía algo parecido a un guión de cine y fue un experimento, como tantas canciones que uno hace y luego las tira a la papelera. Lo que pasa en que en vez de ir a la papelera, fue al Festival de San Sebastián.

¿Cómo fue acogida?

Incluso tuvo un pequeño premio. Hubo reacciones de muchos tipos.

¿Qué opinas de Trueba? Porque él si tiene una trayectoria…

Estoy muy poco al tanto de las cosa de actualidad. A pesar del mucho cine que veo, establecer un juicio sobre cosas así…

¿Qué tal tus experiencias televisivas?

Muy divertido. lo de La Clave, muy bien, y luego el tiempo con Balbín en la tertulia de la radio, muy bien el tiempo que nos dejaron, que fue cuando el desembarco en Antena 3, y lo primero que se cargaron fue nuestro programa.
Yo creo que Balbín me empezó a llevar asiduamente a La Clave porque aquel programa tenía fama de riguroso, y yo, la primera vez que fui, pedí cantar una coplilla en defensa de Joaquín Ruiz Jiménez, porque se metían mucho con él: “El señor Jiménez / no busca el mando / ni se acoge a la sombra / de ningún bando”. Claro, sorprendió un poco aquello.

¿Cómo ves ahora la tele?

Muy mal. Sólo veo películas y cosas así. Por cierto, estoy intentando meter un concurso en televisión. Un concurso que, en forma de juego, recoja lo que para mí también fue un juego, cierta investigación a la que podemos llamar matemática, pero que para mí fue visual e intuitiva. Empecé con ella a los 17 años, y acabo de terminar el año pasado. A partir de eso se me ha ocurrido un concurso. Uno de los que inicialmente me escuchó fue Ibáñez Serrador. Para el concurso, lo primero es que no hace falta cultura, con lo que se evita la pérdida de brillantez que tienen los concursos cuando plantean una cosa de cultura y ponen el listón lo más bajo posible, y aún así la gente se pega el batacazo. El caso típico es la “Ruleta de la Fortuna”. Los problemas que se plantean en mi concurso no se estudian en ninguna enciclopedia, sólo vale la intuición. Yo lo he planteado para niños, porque ellos pueden vencer a un adulto en ese juego.

Ya, ya, pero ¿cuál es la mecánica? O, yendo más allá: ¿en qué consiste eso a lo que te has dedicado desde los 17 años?

(Chicho se lanza al ordenador y nos muestra un programa para Windows hecho para él y su concurso)

Recorrer todos los puntos propuestos de un laberinto, regresar al de partida, sin volver nunca atrás y sin repetir ningún punto. Las posibles soluciones son miles. El juego consiste en hacer eso, a pie, siguiendo la figura, y como hay tantas soluciones y tres concursantes, es muy probable que coincidan en el camino elegido. Pero si se meten en un sitio que es imposible que lo resuelvan, el ordenador les obliga a volver atrás. Para cada paso que dan, además, tienen que resolver unas figuras distorsionadas, aunque no os creáis que las figuras van a ser la Gioconda; sino cosas para las que no hace falta cultura, como por ejemplo un par de huevos fritos. Yo había pensado en principio, en carreras de niños, y ni figuras distorsionadas ni leches. Además, se podía hacer que los espectadores participaran directamente con el ordenador.

¿Y cómo se llama tal disciplina?

Topología. Es una rama de las matemáticas, bastante abstracta, pero que yo la he estudiado de forma intuitiva. La robótica se basa bastante en ella. Mi investigación parte de un antiguo problema matemático que tiene más de cien años. Mi hermano, no Rafael, sino otro que murió, que era catedrático de Lógica Matemática, me lo contó a los 17. Me interesó un montón, fui leyendo y estudiando y al final diseñé un programa de ordenador que lo hace rápidamente, aunque antes ya lo había diseñado, pero con una calculadora.

También eres inventor, ¿a que sí?

Sí, yo he hecho muchos; he inventado un laberinto para ciegos, plantillas para hacer laberintos con poco trabajo…

Y por lo que vamos entendiendo, te obsesiona lo de los laberintos ¿eh?

En el fondo es como un símbolo de la entidad humana, por eso ese tipo de juegos han existido siempre. Pero, sí, me obsesionan, si tenemos en cuenta el tiempo que les he dedicado.
También me dedico a cosas de tipo gráfico, bastante divertidas. Eso, al margen de la cosa musical, con Rosa (que ahora vendrá de kárate). Sabía que os reiríais… Hace pocos días tuvimos una actuación en el Círculo de Lectores, después de mucho tiempo,, junto a Javier Krahe. Ahora trabajamos con un pianista que llamaba Mariano Marín, que ha cambiado mucho nuestra puesta en escena, ahora todo es mucho más divertido, con más movilidad.

¿Has tocado con Javier Krahe?

En la época de La Mandrágora, siempre interveníamos todos en las canciones de todos.

¿Y con Sabina?, ¿te gusta? Porque ése también es de los que tienen una trayectoria hermosa.

Él se estrenó con una canción mía, Círculos Viciosos. Es un buen intérprete, me podrá cansar que hable tanto de sí mismo en las canciones, pero…

¿Y su afiliación política?

Bueno… soy amigo de Jiménez Losantos, así que…

¡Eres amigo de Jiménez Losantos?

Sí, fui contertulio de él. Es un tío simpatiquísimo.

Joder…

¿Qué pasa? Yo no le elegiría para la Comuna de París, pero me parece un tío independiente, y no creo que se lucre como los que son la voz de la Banca. Una persona que me parezca honrada, eso me importa mucho más. Las ideas, en cierta forma, se desprenden de la persona que en un determinado momento las expresa o las cree. Hay que criticar las ideas y dejar al margen a la persona, mientras no nos haga nada. Bueno, también en algunos casos, el estilo…

Como Sánchez-Dragó…

Él es mucho más amigo mío, le conozco desde pequeño. Aunque sea personalmente honrado, incluso siendo una persona mucho más afín a mí que Losantos, se deja llevar de él mismo y de su protagonismo vital. Pero eso es inofensivo… Y si queréis, hablamos del vídeo de Videoman.

Hombre, pues ya puestos…

Yo lo he visto, y creo que ahora me cae más simpático. Además, todo lo que hace en el vídeo me parece bastante normal, excepto quizá la elección del color del corpiño. Era el único que estaba realizando una actividad lícita y que no hace mal a nadie; además le vendrá bien para quitarse él mismo ese barniz de niño pijo que le ha estorbado siempre. Yo, es que tenía ganas de contarlo…

O sea, que con esto ha lavado su imagen el de la coronilla…

Ante muchos, sí. Pero lo del corpiño… es lo único que me descoloca. Negro, blanco o color carne, lo entendería; pero rojo… Lo que me preocupa realmente es si en algún momento me encontrara con él y tuviera que disimular que yo he visto el vídeo, por el mal rato que iba a pasar.

Bah, pero eso le debe estar pasando 15 o 20 veces todos los días. Y además, el Ya se está cebando con él… Es como Mondo Brutto con Subterfuge.

Rodríguez Menéndez es uno de los grandes gánsters de este país…

¿Cuándo decides hacerte cantautor?: ¿por los cantantes franceses?

Siempre tuve afición a cantar, le hacía segundas voces a mi hermana Gabriela. Me interesé por canciones de muchos sitios. Como nosotros somos medio italianos, aprendí muchas canciones de allí. Además, de pequeño tenía bastante buena voz. Luego, cuando me empecé a inquietar por cosas políticas, lo apliqué a la música. Pero he hecho canciones de muchos tipo, de burlas que no tienen que ver con la política, de amor…

Y de aires sudamericanos.

Sí, una de las cosas que más me gusta, como a cualquiera que le guste la música. Sí, también he intentado hacer canciones así.

Aparte de la música y tus prolijos estudios, ¿te dedicas a algo más? Porque en la película te jactabas de estar todo el día en la cama, meditando.

Sí, cuando me ha salido trabajo, lo he hecho. He sido corrector de imprenta en muchos periódicos y revistas, he trabajado también en publicidad. Cuando estaba en Ya, trabajaba allí hasta las tres; después, venía Alberto Pérez a casa, y nos poníamos a escribir letras. Por último, me iba a la radio a las tertulias. Yo prefiero no hacer nada, pero cuando he podido o necesitado trabajar, lo he hecho.

En Mallorca, ¿qué hacíais?

Cantábamos por las calles, dos días a la semana, y conseguíamos vivir el resto. A diferencia de los cantantes callejeros que se ponen en su sitio y están cantando toda la mañana allí, nosotros íbamos donde había gente de antemano, cantábamos dos canciones, pasabas el plato y te largabas. Un espectáculo real, con su comienzo y su final. Empezábamos con una venezolana que se llama “El zumba que zumba”, y luego cantábamos “La Maremba”. Pasábamos el plato y sacábamos un montón.

¿Cuántos discos has publicado?

He intervenido en varios, pero discos míos, sólo he hecho dos, y los dos pésimos.

El de Dial es inencontrable…

No creáis que lo lamento.

Pero, como ahora todo se está reeditando en CD, lo mismo…

Se han editado algunas de esas canciones en CD, y además, sin mencionar mi nombre, con lo cual existe la querella correspondiente. Es uno que Dial ha metido en Círculo de Lectores y lo lleva mi abogado.

¿Tampoco estás contento con el de Nuevos Medios?

En absoluto.

¿Qué te parecen los nuevos cantautores?

No estoy al tanto de la actualidad. Un tanto por ciento de las canciones y los autores me resbala. En un disco de estos de recopilación, pillo una canción de Ruibal interpretando “El Pelao”, y eso me llama la atención. Lo de antes y lo de ahora… es como preguntar “¿qué opinas de la movida madrileña?

Precisamente, esa pregunta nosotros la hacemos mucho, mira por dónde…

Pues queda como una cosa vaguísima. Quizá la diferencia más acusada entre lo de antes y lo de ahora es de tipo técnico.

Lo mismo, en lo que se diferencia es en las letras. Aquello de la canción protesta, que ya no existe.

Ahora, como existe una producción tan grande, se ha pasado a hacer canciones de relleno en gran medida. Después de todo, no hay mucha variedad, con la cantidad de cosas que hay. El brillo de los nombres está mucho más relacionado con el bombo publicitario que se les da, lo que en mi caso produce el efecto contrario. A mí no me pareció mal la interpretación de “La Flaca” al principio, pero luego me han hecho inútil comprarla. Yo, que veo mucha televisión, pues… Es que eso no se hace con las canciones, aunque uno sí puede elegir escuchar muchas veces una canción. Recuerdo que el primer rock que escuché fue al entrar en un bar en Italia en el año 58, y ero uno de los mejores: “Long Tall Sally” de Little Richards. Me echaron del bar, porque lo puse catorce veces.

Pero luego, decidiste hacer una música más minimalista.

Yo he hecho siempre todo lo que me ha gustado, sin preocuparme de nada, mezclando siempre. Cuando Alberto Pérez me enseñó cómo era el rock, yo pude acompañarle en varios. A mí siempre me ha gustado mucho más la interpretación que componer. Me han gustado toda clase de canciones, quizá exceptuando las saetas. Pero todo lo demás: fandangos, sevillanas, lo que tú quieras. Y todo lo he interpretado, para mí o para mis amigos. Me interesan mas los buenos intérpretes. Por ejemplo, aquel cantante, Tino Casal, era un cañón, no había nadie como él en España.

¿Y Paco Clavel?

(Risas) Tiene su público. Aunque para otras cosas, una persona pueda parecer idiota…

(Risas)

Para lo suyo es tremendamente listo. ¿Acaso Manolo Escobar no satisface a muchas personas? No deberíamos reírnos de personas que no han tenido las mismas oportunidades que nosotros, están en los primeros pasos estéticos, y no pasa nada… El “Porompompero” no estaba nada mal, mucho mejor que su correspondiente en nuestra época, la “Macarena”. Incluso tenía un par de estrofas que literariamente estaban bien: “Serrana, dile a tu hermano que no me venga con leyes, que es payo y yo soy gitano y llevo sangre de reyes en la palma de la mano.”

¿Qué te gusta escuchar ahora?

Escucho cosas de ahora que son como de antes. Por ejemplo, a Elías Ochoa, que es cantante cubano con un cuarteto que es muy bueno. Por lo demás, escucho a Mercedes Sosa, Joe Cocker… Raro ha sido el género musical hacia el que he sentido rechazo. Me interesan mucho canciones de otros países, incluso Rosa y yo solemos cantar alguna. Nosotros, a diferencia de lo que llaman cantautores, tan pronto cantamos cosas nuestras como de otros compositores.

Canciones tuyas las ha cantado mucha gente…

Sí, y lo siguen haciendo. Sabina, Amancio Prada, y gente más desconocida, como Tres Boleros Bengalíes, Claudina y Alberto Gambino…

¿Cantas canciones antiguas? ¿Qué recuerdas de “Coplas Retrógradas”?

Sí, seguimos interpretando algunas. Y “Coplas Retrógradas” tuvo su momento, pero no tengo ningún recuerdo especial.

Ahora que dices lo de pianista que os acompaña, antes te gustaba decir que lo más importante de una canción era la letra y que si había demasiado acompañamiento, se perdía el mensaje de la palabra…

No, todo lo contrario. Si tenía alguna duda, cuando empecé a trabajar con Alberto Pérez en canciones de género, que son la mayoría, me di cuenta que es mucho más interesante y eficaz partir de la música. Yo procuro primero tener una idea musical de la canción, la letra descifra la música. Lo cual no quiere decir que no haya muchas letras diferentes para una misma música y todas buenas.

Entonces, ni te interesan los karaokes ni las canciones con intención de expresar determinadas ideas…

Yo creo que todas nuestras canciones expresan ideas. Pero me parece que, ya que se ha elegido la canción para expresarlas, ésta tiene que ser buena musicalmente. Una cosa parecida a lo que ocurre en las películas, el actor tiene que saber utilizar las técnicas de pronunciación para interpretar. Como Juan Diego cuando hacía de señorito en “Los Santos Inocentes”, que lo clavaba.

Tú habrás conocido a muchos señoritos, ¿no?

Sí, pero los he tratado poco.

Por lo que dices, eres más un intérprete que un cantautor, ¿te ves como un juglar?

No, tampoco. Es que intentar transformar una afición en una profesión, uno debe rechazarlo conceptualmente. En algunos momentos me gusta cantar canciones con Rosa y el pianista, y si eso tiene una explotación delante de un público, pues bien, pero nada más. Con lo demás es igual: me interesan las matemáticas, pero no soy un matemático.

¿Qué tipo de películas te gustan?

Sobre todo las de acción.

¿Y el porno?

Tiene una utilidad indiscutible. Pero no me gusta la explotación de las mujeres en ellas.

Hombre, es un trabajo como otro cualquiera.

Es que trabajo como medio de producir dinero, considero que se ha infiltrado ahí, pero como la literatura, yo no lo considero un trabajo.

Aparte de tus estudios sobre la Biblia, el tema de la religión te ha interesado mucho, ¿no? Recordamos un programa de La Clave, al que te llevaron para opinar, entre sabios eruditos…

Me veía, mutatis mutandi, como una especie de Ramoncín entre especialistas. Aquel programa estuvo bien. Yo no tuve más remedio que defender en un momento dado a los clérigos, dado los ataques tan furibundos que les lanzaban. Ya me ha pasado en dos programas, acabar con los del bando contrario, sin saber que había bandos. A aquel programa me llevaron, supongo, como ateo, como desligado de la religión.

Te unen muchas cosas con Agustín García Calvo. ¿Has leído sus libros?

Es que tampoco leo mucho. Ni siquiera de mi familia, no hay obligación. De García Calvo, sí he leído y releído. Uno de los más divertidos, Canciones y Soliloquios, no lo he leído entero.

¿Te identificas con su pensamiento o su ideología?

¿Las mismas ideas? Para empezar, la identidad de una persona, como diría García Calvo, es una entidad metafísica más que dudosa, pueden ser muchas cosas a la vez. La sociedad puede obligarle a pronunciarse con una cierta unicidad, pero no tiene por qué obedecer. Precisamente, habláis de una persona como García Calvo, que basta con leer sus poesías para ver que tiene una enorme variedad estilística. La ideología está más en los libros que en las personas, que son siempre más contradictorias y fragmentarias, de lo cual no me quejo.

Se os echa en cara a personajes como vosotros que negando el futuro no se propone nada…

Me parece más real que una persona viva en el presente y se despreocupe del futuro. El futuro después de todo, es una construcción y la idea de darle forma es… Con el pasado es igual: aquella parte del pasado que influye en el presente ya es presente, y la que no tiene influencia es como si no hubiera existido. El haber encontrado ciertos dinosaurios, en la medida en que es fruto de la casualidad, es prescindible. Por ejemplo, una idea muy común, que interesa a todos los defensores de la ideología dominante, es la de que complejidad equivale a progreso. Esto no es cierto (no es idea mía, lo he leído en Investigación y Ciencia), si se examina la historia, está llena de altibajos y reducciones, a veces se pierde complejidad. Algunos de los organismos que llevan más tiempo y tienen más predominancia son las bacterias, y son las más simples.

¿Cuales son tus proyectos?

Amancio Prada quiere grabar un disco sólo de canciones mías, y Carlos Cano proyecta un disco con sus amigos, pensaba incluir una canción mía y hacerme intervenir como coro en alguna otra.

Y tú, ¿volver a grabar?

No tengo un interés especial. No veo mucho color en este momento, porque siempre se trata de grandes lanzamientos o de gente muy consolidada ya, y yo no puedo ser ni una cosa ni la otra. Me planteo lo del disco como lo del concurso de televisión, como una cosa más.

Ahora que vuelven los cantautores y que Raimon se ha hecho tan “popular”…

Ellos saben que yo no iba a cantar las canciones de antes. Y las cosas que hago ahora, desligadas de un nombre, son como otra cosa cualquiera.

¿Por qué esa fama de maldito? Bueno, ya vamos viendo el por qué…  

No lo sé, la verdad. Quizá en alguna época de mi vida, me pude complacer en prestarme a una imagen de esa clase, pero, desde luego, no tengo nada que ver.

Por ejemplo, tus antiguos compañeros de La Mandrágora se han hecho enormemente populares, sin embargo, tú quedas siempre un poquito al margen.

Yo he tenido menos medios, porque no he contado con otros músicos. Sabina sí y Krahe también, desde que toca la guitarra López de Guereña, que le ha liberado a él de ese instrumento, porque le pasa lo que a mí, tiene muy poca idea de tocar la guitarra. No he sido tan presentable como ellos.

Tus letras, sin embargo, eran mucho más incómodas que las de ellos, para haber triunfado masivamente.

En mí se mezcla mucho lo incómodo y lo que no pretende ser nada. Rosa y yo nos diferenciamos en que el cantautor trata de perfilar su imagen como creador y no salirse de ahí, por eso sólo canta sus propias canciones, en tanto que nosotros no, nos hemos interesado más por la interpretación, hemos sido más cantantes-actor. A mí no me importa cantar una canción con la que no me identifico, si soy capaz de identificarme con la manera de interpretarla. Como Juan Diego haciendo de Franco… Esto lo aprendí leyendo poesía, cuando estuvimos en el Manuela, donde leímos absolutamente de todos los estilos y épocas. Y hacíamos ensayo antes de leer. A las discográficas les interesan los nombres, nada tiene que ver con un catálogo de obras artísticas… es como el que pega cromos en un álbum que no tiene hilación ni siquiera números.

¿Por curiosidad, lees algo?

Casi nada. He llegado a la conclusión de que aprender tiene un limite, que en los últimos diez años, lo aprendido no me ha servido de nada, excepto a tener un cierto desapego por lo que se entiende por cultura. No es necesario, es mucho mejor trabajar con fractales, que no son creaciones humanas. Yo creo que en todo hay progreso y regresión, y en los últimos años se ha retrocedido en muchas cosas, con lo que la idea humana del progreso de la cultura no es del todo cierta.

¿Te parece bien esto que hacemos nosotros, lo de la prensa marginal?

Es que definir algo como bueno…

Vaaale, pues óptima…

Si se pudieran dedicar los medios a algo mejor con poco esfuerzo… Es como si me preguntan a mí si creo que es bueno que vaya a cantar al Manuela. Se trata de escapar de cualquier juicio global. Ahora se sabe la extensión de las cosas que se pueden saber y hacer todo en función de ese universo, pero eso es una tontería: el grado de existencia de lo que tienes a 50 metros es muy superior y lo natural es dedicarse a ello.

O sea, que no te gustará nada Internet.

Sí, si la tengo. Pero no lo uso jamás. En Internet es mucho más fácil publicar que ser leído. La gente hace páginas con toda la ilusión y se llena todo de botellas, cada una con su mensaje navegando, y la gente se dedica a mirarlas por la etiqueta. También tiene usos prácticos, para médicos y actividades parecidas, pero, navegar así, como hace todo el mundo, es aburridísimo. Me gusta más el ordenador como elemento para hacer cosas que para recibirlas. Puedo jugar con imágenes y textos para hacer montajes. Por cierto, que si tuviera una foto vuestra, la metía en el ordenador y podría distorsionarla…

Dildo de Congost procede a entregar la foto de su D.N.I. a Chicho, quien la escanea, mientras Dildo se queda maravillado de las cosas que se puede hacer con el Photopaint de Corel 5.0, hasta que le advertimos que ése programa es el que utilizábamos nosotros hace mucho tiempo en el fanzine, y Galactus se jacta de tener la versión 7.0, mientras Chicho distorsiona jocosamente la cara de nuestro confundido redactor.

O sea, que al final, vas a triunfar como diseñador gráfico… Podrías forrarte diseñando portadas para amigos tuyos cantautores, porque las portadas del género son…

Hice una bastante bonita, pero no la he sacado del ordenador. Es que ha existido una corriente estética que se llama feísmo…

Así que eres un apasionado de la informática.

Sí, he diseñado muchos programas: uno para que los niños aprendan cuáles son los componentes que forman los colores…

Mientras Chicho se pierde jugando al solitario de Windows, nosotros nos despedimos.

Supongo que, por falta de cantidad, no será, ¿eh? Pero sed sobrios.

Nosotros, lo que queremos, es acercar el personaje al público.

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